Rechazaron el pedido de impugnación y el abogado José Adolfo Vega seguirá detenido porque, según la acusación, habría favorecido la fuga de su primo, Miguel Antonio Vega, un condenado por homicidio que hasta el día de hoy sigue evadido de la Justicia.
El 22 de mayo el juez de Concepción Enrique Cacici le dictó a José Adolfo tres meses de prisión preventiva para que la Unidad Especializada en Delitos Complejos, a cargo de la fiscala Mariana Rivadeneira, pudiera investigar el caso sin riesgo de que el profesional pudiera entorpecer las medidas. Esa resolución fue impugnada por los defensores Jorge Muñoz y Juan Andrés Robles.
Ayer los profesionales explicaron ante el juez de impugnación, Edgardo Sánchez, que consideraban que Cacici no había valorado los argumentos de la defensa. Sostuvieron que era insuficiente el fundamento de que en libertad el acusado podía interferir con la toma de testimonios y con la pericia de teléfonos. “El juez dijo que tenía en cuenta que Vega es abogado y que tenía la obligación de informar a la Justicia lo que sabía; pero no consideró que hay un estrecho vínculo familiar entre mi defendido y el prófugo, que lo exime de ser imputado por ciertos delitos, ni que no tenga antecedentes”, indicó Muñoz. También, para justificar su arraigo, le pidió a Sánchez que considerara que José Adolfo Vega tiene una familia a su cargo, un trabajo, una responsabilidad en un estudio jurídico.
Robles, por su parte, cuestionó que consideraba desbalanceado que se le dictara la cautelar más gravosa por un delito que podría terminar con una pena de prisión condicional. Además resaltó que la detención estaba perjudicando mucho al acusado. Con esos planteos los defensores solicitaron la libertad de Vega.
En representación de la fiscalía, la auxiliar María Emilia López Delgado sostuvo que la resolución de Cacici estuvo bien fundada y que la defensa, en esta nueva audiencia, no había evidenciado ninguna falla en la sentencia. “Cuando el juez habló de las medidas pendientes hizo hincapié en que faltaba inspeccionar el teléfono de un empleado de Vega y en tomarle testimonio; allí consideró que podía haber un entorpecimiento o una obstaculización”, contó.
“El juez de esa instancia sí tuvo en cuenta que se trata de un delito que prevé una pena de hasta 4 años, pero interpretó que su profesión le daba a Vega un mayor conocimiento de lo que estaba cometiendo: el favorecimiento de la fuga a un condenado por un hecho grave”, subrayó López Delgado, dando a entender que el proceso, en este caso, podía concluir con una pena de prisión efectiva. “Por eso entendemos que la prisión preventiva no es lesiva en este caso, y pedimos que se mantenga”, concluyó.
El magistrado Sánchez les consultó a las partes si había avances sobre la búsqueda del prófugo. “Miguel Vega sigue evadido de la justicia y el paso del tiempo sigue afectando el avance de la investigación”, le respondió la auxiliar.
El imputado también declaró ante el juez. “Siento que esta privación de libertad cambió toda mi vida, en lo personal y lo laboral. Estoy arrepentido, le pido que me otorgue la libertad o al menos que me permita poder cumplir con la detención desde mi casa (arresto domiciliario)”, sintetizó Vega. Sánchez le recordó que en esta instancia no podía morigerar la prisión preventiva, sino evaluar si la medida ordenada estaba bien fundada o revocarla. Por eso no podía brindarle el beneficio de la domiciliaria.
Luego de escuchar los argumentos de las partes, Sánchez destacó que el planteo que había llevado la defensa era admisible, pero aclaró que consideraba que los puntos de la resolución de Cacici estaban bien fundados, por lo que rechazó el pedido de revocar la prisión preventiva. El defensor Muñoz adelantó que realizarán una apelación extraordinaria para este caso.
Un crimen que estuvo cargado de polémicas
El procurador Miguel Antonio Vega fue condenado a prisión perpetua en 2021 por el crimen de Carlos Chequer. Según se probó en el juicio, Vega planificó el hecho, se presentó en casa de la víctima, en Concepción y lo mató con un arma de fuego. El tribunal ,integrado por Elena del Tránsito Grellet, Jesús Carlos Pellegri y Rodrigo Sebastián Martiarena, le impuso la pena máxima por el delito de homicidio con alevosía criminis causae, pero no accedió al pedido fiscal de que se le prorrogara el arresto el penal de Concepción hasta que la sentencia quedara firme. Se le otorgó la domiciliaria y Vega se alojó en un estudio jurídico de “La Perla del Sur”.
El 17 de mayo, al enterarse de que la Corte Suprema de Justicia había rechazado todas sus presentaciones y que la sentencia en su contra había quedado firme, Miguel Vega se fugó de la provincia, presuntamente con la ayuda de su primo, José Adolfo. Los indicios muestran que el procurador llegó hasta Amaicha y a partir de allí se le perdió el rastro.